7.1-7.2. El tesoro de la Iglesia-La Eucaristía como sacrificio

El tesoro de la Iglesia.

La Eucaristía no es un simple recuerdo de Jesús: está verdaderamente presente. Por eso la Iglesia siempre ha considerado que la Eucaristía es su mayor tesoro: porque está Jesús mismo.

La Eucaristía fue instituida por Jesús en la Última Cena cuando pronunció las palabras de la consagración. Además, después transmitió a los apóstoles la misión de hacer eso mismo en su nombre.

La Eucaristía como sacrificio.

La Última Cena fue una anticipación de lo que iba a ocurrir en el Calvario donde entregó su Cuerpo y derramó su sangre. Aquel sacrificio, se hace presente y actual cada vez que se celebra la Eucaristía. También se le llama santo sacrificio del altar.

En la cruz, el Señor, se entregó de una manera cruenta. En la Eucaristía, incruenta. Además, los fieles no sólo asistimos sino que participamos de la Eucaristía: convertimos nuestra vida, nuestras intenciones en algo de una gran eficacia y valor delante de Dios.