Resumen de tema 5. Dios en primer lugar

I. Los Mandamientos.

Dios entregó a Moisés los diez mandamientos escritos en dos tablas. Estos preceptos de Dios sirven para garantizar que la vida de cada persona y de toda la sociedad sea digna de su condición humana y no puramente animal.

Los mandamientos son los siguientes:

  • Primero. Amarás a Dios sobre todas las cosas.
  • Segundo. No tomarás el nombre de Dios en vano.
  • Tercero. Santificarás las fiestas.
  • Cuarto. Honrarás a tu padre y a tu madre.
  • Quinto. No matarás.
  • Sexto. No cometerás actos impuros.
  • Séptimo. No robarás.
  • Octavo. No dirás falso testimonio ni mentirás.
  • Noveno. No consentirás pensamientos ni deseos impuros.
  • Décimo. No codiciarás los bienes ajenos.

II. El primer mandamiento. Amarás a Dios sobre todas las cosas.

El ser humano existe gracias a Dios. Por tanto, es justo que reconozcamos la grandeza de Dios y que le agradezcamos sus beneficios constantes. Por eso, el primer mandamiento nos pide creer en Dios (fe), esperar en Él (esperanza) y amarlo por encima de todo (caridad). Este amor se tiene que manifestar en la adoración, en la oración y con el ofrecimiento de pequeños sacrificios.

En contra del primer mandamiento va adorar a dioses falsos (idolatría), negar la existencia de Dios o prescindir de Él.

III. El segundo mandamiento. No tomarás el nombre de Dios en vano.

Este mandamiento nos manda respetar a Dios con nuestras palabras: referirnos a Él y a todas sus cosas con respeto, para invocarlo, bendecirlo, alabarlo y glorificarlo.

Un pecado contra este mandamiento es la blasfemia (palabras o gestos en contra de Dios, la Virgen María o los santos) y jurar en vano (sin auténtica necesidad de hacerlo: por ejemplo en un juicio).

IV. El tercer mandamiento. Santificarás las fiestas.

Este mandamiento nos manda a cuidar el descanso, el cual, debe de servirnos para celebrar las maravillas de Dios. Los cristianos tenemos que santificar el domingo y las fiestas de guardar participando en la celebración dominical de la Eucaristía.