Cultura y arte islámicos


Entre los siglos VIII y XII, la civilización islámica destacaba por su esplendor, mientras la Europa cristiana padecía empobrecimiento económico y cultural.

Al compartir una lengua común, el árabe, los conocimientos se transmitían fácilmente por los territorios islámicos.

En la cultura islámica se integraban otras culturas (grecolatina, persa, egipcia, india).

Los árabes desarrollaron las matemáticas, la medicina, la cirugía y la astronomía, así como las ciencias aplicadas: sistemas hidráulicos, fabricación de porcelanas, papel, perfumes...

El arte islámico tiene las siguientes características:

– Reúne muchas influencias pero también mantiene unos rasgos homogéneos.
– En arquitectura se construían mezquitas, alcazabas, palacios, etc., utilizando el ladrillo y la madera y elementos como los arcos, las cúpulas y las bóvedas. A raíz de la prohibición de representar imágenes, alcanzó gran importancia la decoración interior con pinturas, mosaicos, mármoles, azulejos y yeserías de motivos geométricos, vegetales y caligráficos.
– Destaca el trabajo de la cerámica, el cristal, el marfil, las miniaturas pintadas en los libros, etc.

El arte de Al-Andalus sigue las características generales del arte islámico pero hace algunas aportaciones propias, como el uso de arcos de herradura y lobulados y de bóvedas nervadas en arquitectura. Caben mencionar edificios como la mezquita de Córdoba, la Alfajería de Zaragoza, el Palacio de la Alhambra, etc.